Bokabulario

¡Una buena noticia! ¡Cierra el museo de Chillida!

La crisis a veces trae buenas noticias. Una de ellas, es el cierre de Chillida Leku.

No soporto el arte moderno. ¿A que os pasa igual a vosotros, pero no os atrevéis a decirlo en voz alta? Lo forman bodrios. Yo ya he perdido el miedo al qué dirán.

Desde finales del sigo XIX, con la excepción de algunos impresionistas (y no todos), la pintura, la escultura, la música y demás artes han producido bodrios que se han ido por el desagüe en cuanto han pasado las modas y los sindicatos de críticos y galeristas que los levantaron. Los maestros son muchos menos que los farsantes y los listillos.

En el franquismo (¡qué cosas!) se empezó a promocionar como representantes del nuevo arte español a metalúrgicos, canteros y carpinteros, como Eduardo Chillida, Jorge Oteiza y Tàpies. No nos hemos librado de ellos en décadas. Por ejemplo, se consideran arte los árboles pintarrajeados de colores por Ibarrola y los dibujos de niño de Miró.

Lo que no han hecho el buen gusto y el criterio de las gentes, erradicado por los críticos y los periodistas, lo ha hecho la crisis. El museo de ese oficial de taller metalúrgico que era Chillida, Chillida Leku, va a cerrar.

De acuerdo con el canon establecido en la maldita transición, para ser vasco había que odiar a la Guardia Civil, decir «Egun on», llevar una lámina del Guernica de Picasso en la carpeta y extasiarte ante Chillida.

La familia del maestro (metalúrgico) ha anunciado que despide a las 23 personas de la plantilla de su museo (¡repito: veintitrés!) y cerrará éste el 1 de enero…. a no ser que, cómo no, le caigan subvenciones que ya han pedido algunos legionarios en nombre de los Chillida. Hago una propuesta más original: que la familia venda uno o dos o tres pedruscos o hierros de los que forman su patrimonio. Así tendrán dinero para seguir con la empresa, digo, el museo.

¿Pr qué no cierran el Prado o la Galería de los Oficios de Florencia o el Louvre? ¿Por qué hay colas para contemplar las exposiciones de los pintores clásicos mientras que a Chiliida Leku sólo han ido 810.000 personas en 10 años… y muchos de ellos turistas, niños de colegios y jubilados. Las verdaderas obras de arte nos hacen pensar, nos conmueven o nos sacuden con su belleza; en cambio, de una exposición de vanguardia sales o cabreado o riéndote.

CODA: Uno de mis pintores favoritos: Caspar David Friedrich.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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