Lo he escrito varias veces, pero no me canso de hacerlo: en cuanto rascas a un progre, encuentras a un lector de Los Protocolos de los Sabios de Sión. La izquierda es irracional y supersticiosa.
Los conspiranoicos no descansan.
El funcionario franquista Ángel Viñas escribe un libro para probar sin pruebas que Franco (¡otra vez!) hizo asesinar a otro general en Canarias ANTES de la guerra para empezar ésta:
P. ¿Y por qué no dice el nombre [del asesino]?
R. Porque no tengo la certidumbre. Es que en realidad no sabemos cómo murió Balmes, pero sí sé que la versión que siempre se ha manejado no se sostiene bajo ningún concepto… Al liquidar a Balmes, Franco se hace con la guarnición y deja el camino expedito, pues con Balmes en contra se trastocan todos los tiempos del golpe, y ese era un riesgo grave.
A Viñas ya le desnudó Pío Moa en varios artículos. Como destaca Moa, el conspiranoico Viñas culpa a los ingleses del mantenimiento de Franco en el poder, en vez de a los alemanes, como suelen hacer todos los demás historiadores progres.
La progra española Carmen Llera, cuyo único mérito en la vida fue casarse con el escritor italiano y obseso sexual Alberto Moravia, defiende al bueno de Dominique:
Llera aventura que la relación entre el millonario francés y la camarera africana del Sofitel fue «probablemente consentida», y, en todo caso, excluye que pudiera haber «violencia sexual». La escritora espera que DSK no se convierta en «el chivo expiatorio de un cierto puritanismo americano, antieuropeo y antifrancés» o que pague «la frustrada extradición de (Roman) Polanski, o los sucios juegos de poder político y económico»
Qué bárbaros son estos yanquis, que meten en la cárcel a cualquier europeo de izquierdas por haber violado a una trabajadora negra. ¡Adónde vamos a ir a parar!
Y este vicio no lo padecen sólo los individuos, sino los pueblos. En la cuna de la Ilustración, los derechos humanos, la resistance (ja, ja, ja) y el genocidio, la mayoría de sus ciudadanos, el 57% según una encuesta, cree que contra el bueno de Dominique hay una conspiración. Algunos encuentran una prueba de esa conspiración en el número de la habitación donde el bueno de Dominique sufrió el intento de violación por la trabajadora negra, ¿o fue al revés?
Al final, los sensatos somos tres o cuatro.
(Si queréis leer sobre una conspiración de verdad, pinchad aquí.)
