Desde muy de mañana anduve por los montes. Un día espléndido para caminar los bosques alcarreños, que los hay y hermosos en este otoño de la sierra de Altomira.Las señales de los jabalies me animan a irme de espera al atardecer. Cobré frio. Un frio cristalino en noche de todas las estrellas. Menos mal que ya había echado lumbre en la chimenea. Dormiré junto al fuego. Mañana le daremos una vuelta a las perdices. Lo necesitaba