El dato del paro es aún más tenebroso de lo esperado. Y ya se esperaba mal. Y siendo malo lo de los 60.000 nuevos en el INEM lo peor es que la afiliciación a la seguridad social aún ha descendido más: 111.000 personas menos cotizando.
Dicen que podemos entrar en números rojos a final de año. Lo que España tiene por delante es verdaderamente aterrador. Lo siento pero me temo que andar poniendo paños calientes o sembrando pretendidas esperanzas es no afrontar la realidad. Y ello es lo que de una vez por todas tenemos que afrontrar. Una situación dramática que , además, puede empeorar. Porque no está escrito que haya de mejorar por si sola o por arte de magia. O nos ponemos todos al tajo o nos vamos por el desague. Asi lo veo, así lo siento y así se lo digo. Y no he deseado jamás ni con tal ansia el equivocarme de medio a medio.
En la entrada anterior nos liamos a muertazos y «francazos». Me sentí avergonzado. Y hoy, con estas cifras detras de las cueles hay millones de angustias y deseperaciones, aún me averguenzo más.