¡¡Ya llegan los Reyes Magos!! Y como uno no va a jugar con el Lego (salvo que le regalen una Estrella de la Muerte en tamaño gigante y operativa), sólo nos quedan los libros y las corbatas. Yo prefiero libros.
El libro que os recomiendo se titula Cristianos, del periodista francés Jean Rolin. Una sobrecogedora descripción de cómo viven los cristianos en lo que llamamos Tierra Santa, escrita por el autor después de permanecer unas semanas de 2002 en Belén y otros lugares por donde Cristo pasó. Poco a poco, y ante la indiferencia, sino el desprecio, de Occidente y de no pocos cristianos del mundo desarrollado, la presencia cristiana en Tierra Santa está retrocediendo hasta un punto en que no sería sorprendente su desaparición completa.
Rolin cuenta que muchos cristianos profesionales, como jesuitas y miembros de (las malditas) ONG ven a los sus hermanos palestinos como una pieza de la lucha política contra Israel, más que como «piedras vivas», por lo que tienden a ocultar los sufrimientos y la discriminación que sufren éstos a manos de los musulmanes. Los mismos cristianos nativos, cuya presencia es anterior en varios siglos al islam, tienden a disimular sus sufrimientos ante los forasteros; sólo cuando el autor adquiría confianza con alguno, éste le decía como en un suspiro respecto al trato que recibían de la mayoría de los musulmanes:
«¡Si supiera cuánto nos odian!»
En una velada en una casa rica de Gaza, Rolin contó a sus anfitriones lo que le ocurrió unos años antes cuando trató de viajar a un lugar de Turquía donde un cacique kurdo había hecho asesinar a varios cristianos: la misma policía turca le impidió llegar a ese lugar.
«Los peores enemigos del mundo podían apoyarse entre sí: unos asesinando y los otros impidiendo cualquier divulgación de esos asesinatos.»
La frialdad con sus anfitriones, gente educada, acogió su historia le hizo pensar en que había cometido una gran incorrección, como si se le hubiera escapado «toda una serie de eructos».
A nadie parecen importarles los millones de cristianos que viven en países controlados por el islam. ¿Quién se acuerda de la pakistaní Asia Bibi? La España de ZParo se ha dedicado, con nuestro dinero, a promocionar los supuestos derechos homosexuales y el aborto, mientras que el paladín de la Alianza de Civilizaciones se olvidaba de lo fundamental.
Aparte del contenido, nos encontramos con un libro de viajes a la antigua usanza, en el que el autor no tiene teléfono móvil, ni iPad, ni ningún trasto tecnológico. Por último, la traducción me ha parecido excelente. Aquí tenéis las primeras páginas del libro.
(Una asociación de ayuda a los cristianos en Tierra Santa: Construyendo puentes.)
OTRAS SUGERENCIAS
No es bueno que Dios esté solo, de Gonzalo Altozano. Sí, el título no es muy ortodoxo desde el punto de vista católico, ya que Dios puede permanecer solo, porque no nos necesita a los hombres. Cosas de la editorial. Pero el contenido merece la pena.
La envidia igualitaria, de Gonzalo Fernández de la Mora. Como escribe Pío Moa en la crítica que os recomiendo:
La envidia, el pecado más universal, inconfesable y destructivo, ¿tiene un asiento destacado en la sociedad española, volviéndola infértil? Según el autor, sí, confirmando un viejo tópico.
La pasión de José Antonio, de José María Zavala. Un pequeño éxito del que me alegró tanto por el autor como por el personaje descrito. Zavala aporta detalles hasta ahora desconocidos de las canalladas que le hicieron a José Antonio sus verdugos.
(A ver si compráis libros estos días, hombre, que el sector editorial está hundido, como el del automóvil. ¿Sabéis que Planeta está vendiendo mejor la autobiografía (ejem) de la duquesa de Alba que la de María San Gil y la de Mariano Rajoy?)
