Pedro J Ramírez, flanqueado enfervorizadamente por sus columnistas, es el nuevo apóstol de la fe “chaconista”. Pero nadie vea en ello un acto repentino. El Mundo ha tenido muy clara su preferencia-tal vez por ser la rival de Rubalcaba como no pequeño matiz a tener en cuenta- y ha ejercido vigorosamente de catecúmeno hasta que el Ulula del Rio (Almeria) cuando la señora Carme pasó a llamarse Carmen y de nacionalista catalana a española andaluza, se zambulló en las aguas bautismales y comenzó a predicar la buena nueva para el socialismo.
El Mundo se une así a los apoyos mediáticos de la candidata que cuenta con el aplauso de la Sexta y del renqueante “Publico”, sus valedores naturales, como no podía ser otra manera por tradición y servicios prestados. Tampoco le faltan sus adelantados en los territorios de la RTVE pública aun comandados por el zapaterismo, aunque con cuidado de Rubalcaba y hasta alguno por PRISA aunque se guarde bastante de que se le note demasiado. Pero ellos son los lógicos. Lo de El Mundo es lo que puede resultar inesperado, incluso para no pocos de sus lectores. Pero no hay por qué. El diario es imposible de encajar nunca en un perfil y bien que hace y siempre tiene una navaja en la liga que utiliza cuando le place.
Quizás la preocupación ante tal entusiasmo por ella sea de la propia Chacon. Y no por la perplejidad que pueden causar en sus bases tales abrazos sino por los antecedentes. Pedro J es un extraordinario periodista y el Mundo un magnífico medio al que se deben hitos del periodismo español. Ahí quedan su combate contra el terrorismo de los GAL o contra la corrupción felipista de la que fue látigo implacable como lo ha sido ahora con la del caso Gurtel y, bien recientes están, sus scoop sobre Urdangarín y Pepe Blanco.
Su capacidad demoledora es de sobra conocida. Pero sus apuestas políticas no siguen esa misma senda de eficacia. A saber, las más señaladas fueron Garrigues Walter,la Operación Reformista de Roca Landelino Lavilla. Por contra, cargaron de manera inmisericorde contra Rajoy por el que no daban ya no euro sino ni un dracma griego (la conversión ha sido tardia, a regañadientes y ya mismo revisable)y llegaron a potenciar a Juan Costa (“el Kennedy español» llegó a apodarle alguien) porque Esperanza Aguirre hurtó el bulto. Vamos que con tales aciertos es como para que Chacón se tiente la ropa.
Yendo a la cuestión mollar, y más allá de estos flanqueos sorprendentes, aunque no tanto dado los amores últimos de Pedro J con Zapatero, a lo que se asoma el PSOE es a una elección donde Rubalcaba no es que suene a pasado sino que es en si mismo todos los pasados del PSOE. En todos sus potajes don Alfredo ha estado y no precisamente de garbanzo sino de cocinero adjunto a todos los chef que han pasado por ese restaurante. Pero Chacon no es tampoco la virginal doncella. Es Zapaterismo en estado químicamente puro. Es parte del núcleo duro, del sanedrín selecto de ZP. Es su ADN y su marca. La que ha llevado al partido a su peor sima electoral, a su desvertebración territorial, a su hundimiento local y autonómico y a perder su perfil y papel de partido central y nacional. ZP es responsable máximo pero en esa deriva nadie más significado que el tandem Montilla-Chacón (por cierto ¿ella también se hubiera puesto pinganillo como el nacido cordobés para que le traduzcan al catalán en el senado?) en el capítulo de descoser hasta casi rasgar las costuras de la Nación y del Estado. Que ahora, con un baño aromatizado de raíces andaluzas, se pretenda hacer olvidar los hedores del tripartito , el arrimón al secesionismo de ERC, su complicidad en los atropellos a la lengua común (¿le ha dado en ello un ataque de amnesia a El Mundo que tan feroz parecía en tal combate?) y aquella marcha compartida al lado de las camisetas de la “puta España”, parece que no va a ser suficiente y va a necesitar más lavados, mucho jabón y mucho frotar para quitar tantas manchas.
A Carmen Chacon no le va a faltar ni atrezzo, ni puesta en escena, ni marketing brillante. Tiene detrás y al lado a un genio, dicho con toda admiración, llamado Miguel Barroso que ya nos “vendió” a Zapatero. Y se lo compró primero el PSOE y luego los españoles. Pero esa es exactamente la cuestión. Después de lo visto y sucedido ¿nos van a volver a vender a ZP en froma, envoltorio y música CHC. Sí, bien pudiera ser CHC, que suena también muy fashion, a disco de platino como poco, y que aunque me lo acabo de inventar yo, “Ceachece”es mejor las contracciones que le hacen a Rubalcaba, que con ese apellido no hay manera de que suene moderno nada.
¿Pero está el socialismo para la cara B del mismo vinilo, para un segundo tema de la misma orquesta? ¿Le van a volver a vender el zapaterismo al PSOE?. Pues vaya usted a saber y ellos sabrán lo que se hacen, aunque lo que tienen para elegir enfrente es para un respingo y varias advocaciones al santo patrón del socialismo, que al fin y al cabo es su problema. Que por ahora no es el nuestro, el de todos los españoles, pero que puede serlo mañana y sería también la misma pregunta. ¿Con la experiencia de Zapatero volveríamos a comprar zapaterismo?. Pues no se descarte. Cosas más tontas se han visto
PD Los grandes apoyos en el acto inciático de la candidata Chacón han sido Leire Pajín (amen de otros del cogollo zapateril más directo, López Aguilar como cabeza pensante y todavía más parlante) cuya ejecutoria orgánica y ministerial habla y muy rotundamente de su valía y maravillosa gestión y José Maria Barreda, amigo personal desde hace tiempo y compañero de pupitre puber de Miguel Barroso, por abecedario y por compartir procedencia de dos grandes familias terratenientes ciudadrealeñas, cuyos méritos al frente del partido en Castilla-La Mancha y la inmediata asunción de responsabilidades son un ejemplo para todos. Que se lo pregunten si no, a Emiliano Garcia-Page.