Bokabulario

«Rebajar los salarios no sirve de nada»

¡¡Por fin un empresario que no se queja de los convenios ni del subsidio de desempleo ni de la vagancia de los trabajadores!!

Entrevista a Francisco Rodríguez (Trascastro, Cangas del Narcea, 1937) presidente de Industrias Lácteas Asturianas, multinacional fabricante de los productos Reny Picot que él fundó con veinte años, y que no ha vendido a ningún grupo francés: habla sobre China (ese horror que entusiasma a los izquierdistas, los capitalistas y muchos liberales), la bajada de los sueldos, el euro, los aranceles, la desindustrialización y otros asuntos.

Le estamos dando demasiada importancia al euro. No es más que una moneda que sirve, como todas, para expresar el valor de cambio de las cosas, que depende de sus costes. Y estos costes son diferentes entre los países. Si los menos competitivos prescinden de la herramienta que supone la moneda propia para en un momento dado tratar de proteger sus economías, se quedan al aire. Pero la culpa no es de la moneda, sino de la concepción del mercado único.

Lo que sí estoy en condiciones de afirmar es que rebajar los salarios no sirve para nada. Porque, ¿a qué límite se quieren rebajar? ¿Al de los filipinos o los coreanos? No tiene ningún sentido proponerlo, no es la solución, aunque en términos de mercado parezca que habría que hacer eso.

El camino está en organizarse de acuerdo con el mercado disponible de manera que tengamos tendencia al pleno empleo. ¿Cómo se consigue? Homogeneizando en materia de precios las condiciones de los productos que están en el mercado, aplicando aranceles, derechos regulatorios o compensatorios… los infinitos mecanismos que existen. ¿Eso es antiliberal? No, mire es liberalismo puro, porque se trata de igualar las condiciones para todos los que compiten.

El liberalismo no es posible más que cuando las condiciones son homogéneas. Si se permite que se compita en condiciones desiguales se está haciendo juego de ventaja para unos y desventaja para otros, lo contrario del pensamiento liberal. El problema es de intereses.

Los comerciantes del mundo, que saben muy bien lo que hacen, han descubierto que el gran negocio de la última parte del siglo XX y de lo que va del siglo XXI es comprar las cosas donde más baratas se puedan hacer y luego hacerlas circular. A eso le llaman globalización, el gran sarcasmo de nuestro tiempo. Eso no es liberalismo, es lo contrario, juego de ventaja.

¡¡¿POR QUÉ NO SE ESCUCHA ESTE DISCURSO A LA IZQUIERDA ESPAÑOLA?!!

En Francia lo pronuncian el Frente Nacional y el Frente de Izquierdas, pero aquí la izquierda está en defender a Garzón, en promover el aborto y en buscar similitudes entre Franco y Rajoy, como ha hecho el memo de Javier Marías.

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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