Bokabulario

La matanza en Egipto, ¿una conspiración militar?

Las grandes matanzas y los grandes atentados que desestabilizan países no suelen suceder sólo porque los malos son muy listos, sino, también, porque los supuestos buenos no hacen lo que deben a causa de otros intereses.

Policías que no están, matones liberados y dirigidos a unos sitios determinados, armas blancas permitidas, dispositivo de seguridad inexistente… Ésas son las causas de la matanza en el estado de fútbol de Port Said.

En países tercermundistas que son dictaduras, la información y los análisis más fiables los suele dar la Iglesia. El misionero comboniano Luciano Verdoscia ha dicho lo siguiente a la agencia Fides:

Se sospecha que en realidad los militares pretenden aumentar la tensión (recordemos que hace unos días hubo más violencia, al parecer por motivaciones criminales), para convencer a la población de la necesidad de prolongar la legislación de emergencia».
En el Parlamento, donde la mayoría está en manos de los partidos islámicos (Hermanos Musulmanes y salafistas) se está discutiendo la abolición de la legislación de emergencia, pero el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (que ostenta el poder ejecutivo) se opone. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha declarado tres días de duelo nacional para recordar a las víctimas de Port Said.

¿Es posible lo que dice el sacerdote comboniano? Para mí sí. Un hijo de Hosni Mubarak no dudó en matar a 90 personas como advertencia a un empresario que no le pagaba los sobornos, tal como ya conté.

los atentados perpetrados contra varios hoteles del balneario de Sharm el Sheij, el 25 de julio de 2005, no fueron obra, como se dijo, de terroristas islamistas, sino de una serie de individuos a las órdenes del entonces ministro del Interior, Habib El Adly, y Gamal Mubarak, hijo del que fuera presidente de aquella nación.

Los atentados, según esos documentos, no tenía motivaciones políticas, sino meramente económicas . Respondían a una venganza de Gamal contra el empresario Husein Salem, un multimillonario con propiedades en el mencionado balneario y que, para colmo, era amigo personal del entonces presidente Mubarak. Al parecer, Salem había hecho una serie de gestiones para que a Gamal se le redujera la comisión que cobraba por la exportación del gas natural egipcio a Israel.

De acuerdo con esta versión, el hijo de Mubarak decidió ajustarle las cuentas al multimillonario y, con la ayuda del ministro del Interior, Adly, a través del «Órgano Político Secreto». Para ello, planearon la acción criminal que consistió en la colocación de tres coches bomba frente a hoteles del balneario.

(En España, los servidores del Estado, que no del pueblo, también realizan actos oscuros: la Policía se ha inventado tramas yihadistas.)

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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