A Emiliano García Page le han dejado el partido igual que le dejaron a María Dolores de Cospedal la Comunidad: hecho una ruina. Y se los ha dejado el mismo: José María Barreda
. El PSOE de Castilla-La Mancha es un partido malherido y peor curado, desorientado y perplejo donde lo previo es construir una nave nueva con los restos de todos los naufragios. Nada sencillo porque la aparente unanimidad entorno al alcalde toledano no es mas, tampoco menos, que un asidero a la única enseña que les ofrece una cierta seguridad- Y lo primero que tendrá que hacer el nuevo capitán es intentar que en las diferentes chalupas provinciales no se tiren los unos a los otros por la borda al grito de “No hay chalecos para todos” como han hecho hasta ahora con los exiguos cargos que les quedan. Mucho tendrá que ordenar el compás Page para lograr que en ese buque se vuelva mínimamente a remar con ritmo y unidad. Máxime porque para nada están acostumbrados a esa boga después de tantos lustros arregostados al sillón. Difícil sino imposible cambiar hábitos en los que no conocen otros que el del mando y el poder.
La despedida de Barreda en el Congreso Regional fue el resumen preciso de esa falta de asunción de la derrota y sus causas a la que permanecen encadenados los socialistas y el esclarecedor colofón de sus personales actitudes y aptitudes: echarles las culpas a los demás. Según él la culpa de su derrota la tuvo su partido nacional, o sea Zapatero, su gobierno y Ferraz, que no supieron entender que Castilla-La Mancha era la “madre de todas las batallas” y lo dejaron solo ante Cospedal, arropada por los suyos.
Que la desastrosa política del Gobierno socialista afectó los resultados es una evidencia, pero su desmemoria lo es aún mayor. Porque fue Barreda el distanciador, el que pedía que no viniera nadie por aquí, que a ZP ni verlo y que él, con sus despilfarros finales del pago al ya te veré si gano y si no el que venga que arree después, y su torticera ley electoral, salvaría los muebles y se convertiría en referente y refugiodel socialismo español. Se desplomó y lejos de asumir de inmediato el error se encastilló en sus cascotes, mientras no dejaba de decir, “tranquilos, que ya me voy, ya me voy” no sin antes lograr hacerse con ese escaño a titulo póstumo en el Congreso e intentar su última jugada para por algún lado seguir en el machito: la apuesta por Chacón que de haber salido bien hubiera variado y mucho lo que ahora es la situación del PSOE regional.
Al menos eso si ha ganado Emiliano. Barreda y el barredismo se han quedado sin referente ni gas. Un alivio que no le viene nada mal. El camino aunque duro está asi más despejado. Y eso lo sabien también por el lado contrario. Si Page se consolida en un perfil propio y diferenciado, al PP se le empezará a acabar su principal argumento para taparles la boca. En nada es muy posible que añoren al anterior y digan aquello de “Contra Barreda vivíamos mejor”
PD. El congreso se ha cerrado con la jubilación de Bono y Barreda. este último quiso agarrarse al cargo de Presidente, pero Garcia-Page aguanto el pulso y dijo que de tutelas nada. Tampoco la de su mentor, Bono. Este fue especialmente critico con la deriva ideologica del PSOE en sus pactos y arrimones con el nacionalismo(ERC,BNG) y ahondo en la senda de Borrel señalando que ahora el PP está haciendo cosas (rebaja sueldos de banqueros, soluciones a los deshaucios) que ellos debían y podían haber hecho.