El invento del cambio climático por causas humanas se cae a pedazos, como el comunismo, y el capitalismo financiero. James Lovelock, creador de la teoría panteísta de Gaia admite que exageró (vamos, MINTIÓ) sobre el calentamiento global.
Un buen amigo me manda un bombazo que ha publicado La Voz de Galicia y que, con ese ojo ciego que tienen ahora los editores y los periodistas para las noticias, ha pasado desapercibida. Si se tratase de una encuesta sobre un socavón en una calle o sobre la extinción de los bonitos osos polares por el calentamiento global ocuparía la portada del suplemento dominical.
James Lovelock admite que fue alarmista sobre el cambio climático
El autor había asegurado que antes de que terminase el siglo millones de personas morirán y las pocas parejas con capacidad de procreación vivirán en el Ártico
El papa del ecologismo molón reconoce que mintió, ¿pero cuántos millones de dólares ha amasado con sus mentiras gracias a los tontos verdes, con sus conferencias, sus libros y sus informes?
Otra pregunta: ¿cuántos periódicos españoles van a reproducir estas declaraciones? ¿Todos?, ¿media docena?, ¿dos?, ¿uno? Por ahora, sólo las he encontrado en El Correo Español de Bilbao. El corresponsal de Vocento en Londres, Íñigo Gurruchaga, las envió a Colpisa y esta agencia las remitió a los abonados; por eso aparecen en La Voz y en El Correo, pero no en ningún otro periódico, ni en los de la cadena de Vocento. Y luego se pregunta Juan Luis Cebrián por qué los periódicos no interesan a nadie.
HIELO EN EL MAR ÁRTICO
¿Recordáis que hace unos meses los calentólogos nos asustaron con el deshielo del Ártico en la zona del Atlántico? Pues el hielo en el Ártico no sólo no se deshiela en el norte del Pacífico, sino que marca un récord de extensión.
El área de hielo en el Mar de Bering, en el norte del Pacífico, entre Siberia y Alaska, ha marcado estos días un récord absoluto desde que existen mediciones totales, desde 1979. El área* de hielo ha llegado casi al millón de kilómetros cuadrados, dos veces la superficie de España. Desgraciadamente este invierno el hielo se adelantó y entorpeció la navegación. El hielo invernal fue tempranero y ha llegado estos días pasados a un máximo. Además no hay una tendencia en estos últimos años a que la situación mejore, a que haya menos hielo y pueda durar más la posibilidad de la navegación y la temporada de pesca.
