La basura guipuzcoana se rechaza en Vizcaya, Burgos, Soria y Segovia… y se la tienen que quedar los guipuzcoanos.
El esperpento que ha montado la Diputación de Guipúzcoa, gobernada por los etarras de Bildu, con la basura se conoce ya en toda España. Muchos consideran las bolsas de basura con el nombre de las personas que la han generado y los inspectores autorizados que las revisarán como pasos para el control absoluto de la población. Para mí supone la solución a un problema capital que pocas veces se plantean los nazionalistas: ¿qué comerían los vascos y los catalanes en caso de conseguir sus sueños independentistas?
Hace muchos años, el jesuita y profesor universitario Javier Arzallus, cuando tenía sus broncas con Herri Batasuna por la hegemonía del abertzalismo, soltó uno de sus exabruptos que entonces le causaron simpatía en Madrid: «¿Para qué queremos la independencia?, ¿para plantar berzas?».
Pues no serán berzas el alimento de los separatistas, sino su propia basura. Algo así como el estremecedor futuro que se plantea en la película Cuando el destino nos alcance.
Una de las decisiones de los bildutarras fue detener la construcción de una incineradora de basuras, porque estropeaba el paisaje vasco virginal, y proceder al reciclado-a-muerte, cosa que asusta a todos. Como hay basura que no se puede reciclar, la Diputación guipuzcoana quiso mandarla a Maketania e incluso a la vecina Vizcaya, en una decisión idéntica a la de los progres que desmantelan centrales nucleares pero compran energía nuclear a Francia.
Sin embargo, el plan salió mal. Nadie quiere la basura guipuzcoana, ni cobrando. La Diputación de Vizcaya, gobernada por el PNV, rechazó un acuerdo con la provincia hermana… seguramente para chinchar a los bildutarras. Pero en Maketania, los organismos de Soria, Burgos y Segovia también dijeron a los guipuzcoanos que se guardasen su dinero y su mierda.
De la misma manera que se acabaría con el catalanismo echando de la Liga de fútbol española al Barcelona FC, el abertzalismo quedaría en evidencia cuando las bolsas de basura se amontonasen en La Concha y los ciudadanos pasasen horas clasificando sus residuos.
(Bildu gobierna la Diputación Foral de Guipúzcoa por los tejemanejes de Zapatero para legalizarla y congraciarse con los etarras, y por la voluntad de 120.000 guipuzcoanos. Que éstos ahora se joroben.)
