El segundo presidente socialista de la V República francesa ha tardado sólo unas semanas en imitar una mala costumbre del primero, François Mitterrand, que tomaba represalias contra los periodistas que escribían artículos que no le gustaban. Esperemos que Hollande no copie otra costumbre: montar un escuadrón de la muerte particular. Os dejo la noticia sacada de un periódico colombiano.
Escritor fue despedido por criticar a la Primera Dama de Francia
Uno de los escritores más célebres de Francia, Philippe Sollers, fue despedido del dominical Journal de Dimanche,donde publicaba una crónica desde hace más de diez años y luego de haber escrito un ácido artículo sobre la Primera Dama.
«Recemos por el Presidente: porque se ha colocado, sólo Dios sabe cómo, en la peor situación que figura en mi catecismo para el hombre enamorado normal», escribe el autor de 75 años de edad en el texto publicado el domingo pasado.
«Cuando dos mujeres se enfrentan por la posesión del mismo hombre, éste camina sin cesar encima de carbones ardientes, habitado por la preocupación permanente y la disimulación agotadora».
En otras palabras, «el infierno».
Sollers, uno de los mejores escritores franceses vivos, ha publicado más de medio centenar de novelas y ensayos. La reputación literaria no lo ha protegido, sin embargo, de un despido fulminante. La dirección del Journal de Dimanche niega que se trate de un caso de «censura» y alega una simple «renovación del equipo de columnistas».
Pero la coincidencia del artículo anti Trierweiler y el despido, despierta sospechas. El propietario del ‘Journal de Dimanche’ también es dueño del semanario ‘París Match’, donde trabaja la Primera Dama.
Para el novelista y ensayista no estamos ante una comedia ligera, un «vodevil», sino ante «Shakespeare» porque hay «sufrimiento puro». ¿En qué pensaba por ejemplo Hollande el pasado 14 de junio, cuando estaba rindiendo homenaje a cuatro soldados franceses asesinados en Afganistán? En el tuit, sugiere Sollers.
Estaba pensando cómo era posible que Trierweiler («su» Primera Dama) hubiera apoyado en un tuit al rival de Royal en las elecciones legislativas después de que él (el jefe de Estado) había respaldado públicamente a Royal.
El tuit de Trierweiler es «como si el Papa tuitiara que es homosexual; como si la reina de Inglaterra tuitiara que siempre ha odiado la corona; como si Michelle Obama confesara su relación amorosa con un joven blanco», apunta Sollers.
Por eso Francia «ya no se rige por la política, sino por el tuit inesperado, enorme, transgresivo».
(…) Para el escritor hay una sola salida: «una nueva aspirante al puesto de Primera Dama de Francia, un matrimonio y rápidamente un bebé».
La noticia sobre el despido del escritor se conoció el mismo día en que fue publicado el texto. Sollers se dice incapaz de denunciar un acto de censura porque no tiene pruebas, pero sí sospecha que la presidencia ejerció presiones. También dice que está sorprendido por la forma «inquietante» como el Journal de Dimanche puso fin a 13 años de colaboración.
El incidente ha hecho reaccionar a la anterior Primera Dama. «Yo, al menos, cuando un artículo no me gustaba, no intervenía», dijo Carla Bruni-Sarkozy a una amiga.
Así era en tiempos del sarkozismo. Pero Francia vive hoy, repite a menudo Hollande, otra era, la de la «presidencia normal». Sí, han leído bien: la presidencia «normal».
CODA: No hay libertad para los periodistas en la Francia de Hollande, pero sí para que los homosexuales puedan casarse y adoptar niños. ¿Veis cómo el gaymonio es una cortina de humo?
