Todavía queda algo de honor en esas empresas de comunicación llamadas antes periódicos.
Noticia publicada por José Oneto en Republica.Com.
Joaquin Estefanía y Soledad Gallego negocian su salida del periódico
Joaquín Estefanía, y Soledad Gallego Díaz, periodistas fundadores de El País, han encomendado a sus abogados que negocien su salida del periódico, tras el anuncio de la empresa de poner en marcha el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) que afecta a la cuarta parte de la plantilla del diario.
Esto me recuerda la escena de Horizontes de grandeza en que el patriarca echa a cabalgar solo hacia la guarida de su enemigo y el resto de sus hombres, encabezados por Charlton Heston, después de vacilar, le siguen hacia una batalla inútil. Porque es su deber. ¿Quién le cantaría a Juan Luis Cebrián Oh, Capitán, mi Capitán? Seguro que Forges (a) El Esquirol.
¡Por Dios, por la Virgen y por los santos, que esta noticia no se desmienta! Que sepamos que queda un poco de decencia en la profesión, como la que mostró en 2006 Carlos Salas.
Ya que estamos filosóficos, os traigo una columna alucinante y quizás alucinada de Jorge Bustos, el descubrimiento literario de La Gaceta, a la altura de Ignacio Ruiz Quintano.
La independencia y el talento no son gratos al poder. Si algunos de sus benéficos frutos hemos conocido en este oficio se debe a que los pagaron los lectores; pero los lectores, como el Dios de Nietzsche, han muerto. Resucitarán dentro de algunos años, pero entre medias se habrá perdido una generación de vocaciones artesanas.
No se puede zarandear a ningún lector —y los lectores nos pagan, o pagaban, para que los zarandeemos, que no os engañen— aplicando las normas del manual de estilo de la agencia EFE.
(Y concluyo esta serie de recomendaciones de lectura con mi Catolonia is not Scotland. ¡Qué excelente titulador ha perdido este oficio!)