Los hay que pierden la sensatez cuando se sientan en el coche oficial o empresarial.
El Banco Popular… Como La Vanguardia, pero antes que ella, dejó de apellidarse español. Antipático, sí, con su cliente preferencial al que nadie conocía, su opacidad y su trato clasista, pero rentable, serio y eficiente. Desde que los hermanos Valls desaparecieron de la dirección, este banco se ha precipitado en una sima.
Una vez concluida la ampliación de capital del Popular, el departamento de comunicación del banco ha aceptado que Ángel Ron sea entrevistado por los periodistas. Por eso, este fin de semana han aparecido varias entrevistas, todas en prensa de papel de pago. ¿Porque los clientes del banco son tan viejos que no saben manejar Internet o porque la prensa de papel, donde se ha metido mucha publicidad, es más amiga?
En una de las entrevistas, Ron dice algo PASMOSO: quiere que se planee la construcción de más pisos para empezarla dentro de 18 meses.
Los pisos ya han tenido un ajuste de precios muy notable. Lo que hay ahora es un stock de unas 800.000 viviendas para un país que en crisis tiene una demanda que no está por debajo del cuarto de millón de viviendas. Por tanto, si encontramos la palanca para activar el mercado estamos hablando de un problema de stock de sólo tres años, que será menos. Si queremos atender a la demanda habría que empezar a poner grúas dentro de 18 meses para tener pisos al cuarto año.
Y esto lo dice cuando el precio de la vivienda no para de caer. A Ron hay que explicarle que si el precio sigue bajando se debe a que la oferta no encuentra demanda, por lo que los pisos no se están vendiendo.
Añade en la misma entrevista el financiero que él no dará créditos hasta que la economía (¿cómo la define?) no mejore:
Para que vuelva el crédito no sólo se tiene que dar el hecho de que la banca esté saneada, sino también que la economía esté mejor. Si los planes de empresas y los gastos familiares no se soportan con un escenario que vaya a mejor, la prudencia llevará a extremar las condiciones de la financiación.
Más bien es al contrario. Los planes de empresa y los gastos familiares no mejorarán hasta que no vuelva a haber crédito bancario.
¡En qué manos está el Popular!
ENTREVISTAS LAMETAZO
Así entrevistan al presidente del banco los periodistas peritos en economía. Os dejo las primeras líneas de sus ‘informaciones’. Preparad el trapo para limpiar la baba.
S. Arancibia y M. Martínez, en Expansión:
Se le ve tranquilo y relajado.
Íñigo de Barrón, en El País:
Ángel Ron (Santiago de Compostela, 1962), admite que se siente «satisfecho, aunque sin triunfalismos». No es para menos. El Banco Popular acaba de cerrar con éxito una ampliación de capital de 2.500 millones, “en el peor momento posible”, comenta Ron. El Popular ha pasado su match ball, la gran jugada en la que se jugaba su futuro porque si no obtenía este dinero, entraría el Estado en su capital.
Ángeles Gonzalo y Juan De Portillo, en Cinco Días:
Es uno de los banqueros más jóvenes del sector. Entró en Banco Popular en 1984, un año antes de licenciarse en Derecho. De trato fácil. Y pese a las dificultades, conserva la calma y no pierde la sonrisa.
Marisa Recuero y Juan T. Delgado, en El Mundo:
Un banquero sincero, pero prudente.
María Jesús Pérez, de ABC:
Ha tenido que soportar estoicamente, semana tras semana, la incredulidad de muchos respecto a la buena salud del banco que preside.
¡Ni uno le pregunta por su responsabilidad en el desplome de la cotización y la conducción del banco al desastre! Cuando Ron se convirtió en presidente único del Popular, la acción cotizaba por encima de los 12 euros y ahora está en 0,50 euros. Fue Ron quien dirigió el banco al ladrillo, encima en la parte alta de la burbuja. Mientras los accionistas han perdido un 95% del valor de su inversión, Ron cobró, sólo en 2011, 1,39 millones de euros.
Los periodistas tienen una pequeña excusa: tampoco nadie del consejo ha pedido su dimisión, sino que le han apoyado. Y los accionistas y los clientes han avalado, en su mayoría, la gestión de Ron , al acudir a la ampliación. Siento decir que el futuro del Popular me parece negro, por los siguientes motivos: sigue a su frente el mismo que lo ha descapitalizado; a diferencia de BBVA y Santander, que son bancos internacionales, su negocio se centra exclusivamente en España; y, a diferencia de Caixabank, que es el mayor banco de España, su tamaño es muy pequeño. El análisis técnico sentencia que el banco es como un leproso.
Quienes han suscrito la ampliación de capital del Popular, ¿se atreverán a quejarse si el banco se hunde?, ¿dirán que fueron engañados y que el Estado tiene que reembolsarles lo perdido?
