Bokabulario

Un poco de humildad: ‘Babilonia no cambiará’

El riesgo de Internet es creernos que porque tenemos unos seguidores (y unos trolls) fieles somos muy importantes y podemos incluso cambiar el mundo. He encontrado este artículo del P. Fortea, que me parece una dosis de humildad para todos, incluso los trolls.

Babilonia no cambiará. Me conformo con mi pequeño trabajo

Cuando era yo un cura más joven, lleno de entusiasmo, de celo, de ganas de que todo el mundo se convirtiera a Cristo, pensé que debía hacer lo posible y lo imposible para que toda la sociedad conociera el gran don de Cristo que es el exorcismo, y que para ello el uso de los medios de comunicación era un medio utilísimo.

Este afán pronto se encontró con la limitación de las órdenes de mi obispo. Al principio, me costó aceptar esto. Pero después he entendido que Dios estaba detrás. Sin esas limitaciones, órdenes, consignas, consejos y prohibiciones, me hubiera perdido. Lo hubiera hecho todo con muy buena intención, pero me hubiera consumido en mi propio fuego. El fuego del celo por las almas, mezclado con el fuego del propio amor. Amor a la propia excelencia camuflado bajo buenos fines.
La única cosa que me salvó de mí mismo, fue la obediencia.

Después los años han pasado, y el río impetuoso de la juventud se serena, se ven las cosas en su justa medida. El celo continúa. El deseo de que los hombres conozcan a Cristo, persiste. Pero bien encauzado. O, al menos, mejor encauzado.

Ahora entiendo que los medios a través de los que buscaba hacer el bien, sin ser malos, no eran adecuados. El mundo nunca amará a los que no son del mundo. Estoy diciendo con esto que si me invitan a un programa de televisión y cuento con el permiso de mi obispo, no iría. No, no digo eso. Iría. Pero iría desde el escepticismo de saber que la sociedad está corrompida y que, por tanto, lo mejor es presentar las cosas del modo más somero posible, del modo más sobrio, del modo más escuetamente evangélico, y ya está. Antes iba a un programa con la ilusión de que se produjera una gran bola de nieve de repercusión social, que arrastrara muchas conversiones. Ahora voy desde la seguridad de la gente sentada en el sillón no cree y no va a creer, y que por tanto me conformo con despertar el interés en algunas conciencias. Ahora me siento satisfecho con mucho menos, porque pretendo mucho menos. Como cuando San Pablo abandonó el Areópago. Yo valgo mucho menos que cuando Pablo fue a ese Areópago. Pero he comprendido lo mismo que él, al bajar de la tribuna. Atenas no cambiará. Ningún milagro cambiará la sociedad. Sólo podemos ser pescadores humildes que pescan poco a poco, pez a pez. A veces, algo más en las redes. Pero sólo eso. Nuestro trabajo es artesanal.

Para completar esta reflexión del P. Fortea, que se basa en aceptar la obediencia y actuar con hunildad, otra del magnífico Juan Donoso Cortés, que anticipó en los años 40 del siglo XIX la revolución en Rusia:

Y no se me diga que, si el vencimiento es seguro, la lucha es excusada; porque en primer lugar, la lucha puede aplazar la catástrofe, y en segundo lugar, la lucha es un deber y no una especulación para los que nos preciamos de católicos. Demos gracias a Dios de habernos otorgado el combate, y no pidamos sobre la gracia del combate la gracia del triunfo a aquel que en su bondad infinita reserva a los que combaten bien por su causa una recompensa mayor que la victoria. En cuanto a la manera de combatir, no encuentro más que una que pueda dar hoy día provechosos resultados: el combate por medio de la prensa periódica. Hoy día es menester que la verdad dé en el tímpano del oído y que resuene en él monótona y perpetuamente, si sus ecos han de llegar hasta el recóndito santuario en donde yacen las almas enterradas y dormidas.

Y otro ejemplo de esa humildad.

LECTURAS DE HISTORIA

-El origen del palabro Latinoamérica: La Raza y la Hispanidad, de Aquilino Duque.

Las Leyes de Burgos de 1512.

El Partido Comunista de España robaba las máquinas de coser a las viudas durante la Guerra Civil

La población penal española.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

Lo más leído