Corrupción e impunidad, tanto entre los políticos madrileños y valencianos como entre los catalanes, tan europeos ellos.
En estos días, hemos conocido más casos de corrupción política y, sobre todo, de IMPUNIDAD.
-La sentencia pactada entre los militantes del partido separatista catalán Unión Democrática y la fiscalía del Estado opresor español para reducir un caso de financiación ilegal del partido de marras a una multa, sin que ninguno de los condenados entre en la cárcel. (Para mí, lo peor que se puede ser en la Administración es fiscal: no tienes ni conciencia ni inteligencia; estás a lo que mande tu señorito.)
-La dimisión o destitución del vicealcalde de Madrid Miguel Ángel Villanueva, más de dos meses después de la muerte de cinco chicas en una fiesta llena de irregularidades.
-El aeropuerto de Castellón, que ahora las autoridades valencianas anuncian que van a vender a unos inversores por 200 millones de euros.
-La no investigación de los cada vez más numerosos indicios de corrupción de la familia Pujol-Ferrusola.
-Nombramiento de Rodrigo Rato, imputado en el caso de Bankia, como consejero de Telefónica.
-Desprecio por el socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador del Banco de España de las obligaciones de inspección y control del sistema financiero.
–La Vanguardia Expañola, hipersubvencionada por la Generalitat, hoy da más espacio en su portada del 10 de enero a la dimisión de Villanueva que a la corrupción de Unión Democrática… otros de cuyos militantes se sientan en el gobierno que concede esas subvenciones.
Y encima más condenas a la banca por sus prácticas ilegales.
La gente que paga impuestos y tiene trabajo (cada vez menos) se siente cada vez más asqueada por los políticos y la imposibilidad de castigarlos ni de librarse de ellos. A principios de siglo, se hablaba de la separación entre la España real y la España oficial. Se está reproduciendo este abismo.
Hay quienes llaman al período histórico en el que nos encontramos y que abarca el reinado de Juan Carlos I como la II Restauración. ¿Cuándo concluye la I Restauración? ¿Con el asesinato de Antonio Cánovas del Castillo, su fundador?, ¿con el Desastre de 1898?, ¿con la destitución inconstitucional de Antonio Maura por el rey?, ¿con los magnicidios de Canalejas y Dato por terroristas de izquierdas?, ¿con la crisis de 1917?, ¿con el Desastre de Annual? Sabemos cómo acabó la I Restauración: el 14 de abril de 1931 con la huida de Alfonso XIII y con los duques y los ministros escondiéndose en sus casas.
(Y encima el PP, que ha sido el partido más perjudicado por el régimen es el que se está partiendo su cara y la de sus votantes por mantener el tinglado de la vieja farsa.)