La Marea de Pérez Henares

El necesario, inevitable y urgente mensaje que Rajoy nos debe a todos.

Ni sus peores rivales, ni siquiera sus más acérrimos enemigos internos que lo consideran en error en mismo anotarían como una de sus tachas la de no ser una persona honrada. Esta percepción es también dominante en el conjunto de la sociedad española que puede acusarlo de muchas cosas y algunas muy malas pero que no anotaría su falta de integridad como característica principal ni el haber acudido a la política en busca de medro económico. Gozaba de una buena posición al entrar en ella y de haber seguido ejerciendo su profesión habría sido esta sin duda bastante mejor hoy día.

Le avala además en el caso que nos ocupa, esa riada de podredumbre que se ha desbordado en Genova y tiene salpicadas de porquería las alas de la gaviota, el hecho reconocido por los mismos que han destapado la monumental olla podrida de que cuando él desembarcó allí como nuevo líder, con el nuevo equipo dirigente encabezado por Maria Dolores de Cospedal como mano derecha, procedió a cortar los manejos y enjuagues en los que andaba metida la gente de la Gurtel y que mucho tenían que ver con los hábitos y costumbres del tesorero Barcenas. Los unos pasaron de andar por aquellos pasillos como Pedro por su casa a ser considerados personas non gratas y tenerse que refugiarse para proseguir con sus contubernios en la Comunidad Valenciana y en algunos municipios y consejerías de la Comunidad de Madrid. El otro, el hasta entonces mangoneador máximo y tesorero, fue perdiendo poder crecientemente, aunque no con tanta celeridad como Cospedal hubiera deseado. Mariano Rajoy creyó siempre hasta el limite de la confianza en que podía haber cometido abusos y caído en practicas muy dudosa pero que no se había pringado en ellas para llevárselo calentito.
Eso se sabe y se supo y publicó cuando todo el escándalo Gurtel afloró y se ha recordado ahora. Muy bien , pues precisamente por ello y por estar en cierto sentido amparado y legitimado por su actuación al respecto, el presidente Mariano Rajoy tiene el ineludible deber de lanzar un mensaje a toda la Nación y a las gentes de su partido, donde amen de relatar los hechos en lo que conozca, de si fuera preciso pedir publicas disculpas por ello, decirnos a todos lo ciudadanos y comprometerse en ello que va a erradicar definitivamente cualquier practica parecida, que va a hacer pagar ante la justicia y con sanciones internas a todo aquel que se haya hecho merecedor del castigo, que va a ser riguroso y que no va a tolerar en el futuro y para siempre nada parecido.
Necesitamos oírle, lo necesitamos todos los ciudadanos y lo necesita su partido. Cierto que su tarea esencial y más con la que nos lleva cayendo es gobernar y sacar a España de la sima en que andamos metidos. Sí. Pero también esparte de esa tenebrosa sima la destruida confianza de los españoles en sus políticos, en sus representantes. Una desafección creciente y que amenaza al propio corazón de la democracia. El mensaje es pues urgente, necesario e inevitable. Luego, si lo desea, que delegue la drástica operación de limpieza en quien quiera. Pero que veamos todos, que sin pararse en rangos ni conveniencias, quienes han cometidos tales tropelías son enviados a las tinieblas exteriores con contundencia y de inmediato.
Tanto en la sede de Génova 13 como en el conjunto del partido, metiendo mano de una vez al partido madrileño donde parece que está haciendo falta una verdadera limpieza a fondo, de sótano hasta el ático, que limpie lo que a muchos empieza a parecer que tiene más basura que aquellos establos que tuviera un día que limpiar Hercules desviando para ello el caudal de un río.
Es el asunto perentorio, previo incluso, que tapa una semana de signos alentadores en lo financiero, que podía haber sido hasta esperanzadora. Toca hablar, toca hoy, de la corrupción en el PP. Mañana tocara de la de los Pujol Brothers o de los Eres socialistas sevillanos. Mañana. Pero ahora hoy, de lo que toca , y a ellos tiene estragados, es de los populares, del partido que tiene y ejerce el poder máximo en España.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

Lo más leído