Bokabulario

En Estados Unidos cambia la opinión sobre el aborto

A los cuarenta años de la sentencia del Supremo de EEUU que legalizó el aborto, la opinión mayoritaria está en contra de éste.

Vamos a ver: ¿cómo países ricos, donde se gastan miles de millones de euros en aeropuertos vacíos, líneas de AVE, funcionarios, informes inexistentes, subvenciones a películas de cine que nadie ve, ONG de listos que quieren viajar gratis, no pueden pagar a las mujeres que desean tener a sus hijos y carecen de medios, pero sí les pagan los abortos? Se puede perseguir y reducir el vicio de fumar, pero no el derecho a abortar, que es progresista. ¡Qué paradojas! Parece que el tabaco cuesta más al Estado y a la casta que lo controla que el aborto.

Gracias al activismo de los pro-vida en EEUU, respaldados por el clero católico y protestante (no como en Europa), a los cuarenta años de la sentencia del Tribunal Supremo que legalizó el aborto contra la opinión en contra de la presidencia, el legislativo y el pueblo, las tornas están cambiando.

En Estados Unidos, que en las décadas centrales del siglo XX fue la punta de lanza del movimiento progre en el mundo entero para expandir desde la llamada liberación sexual (ahora en Europa y EEUU hay más prostitución, más maltrato a mujeres, más abortos, más enfermedades de transmisión sexual, más divorcios, más drogadicción y más infelicidad que en 1950 o 1960) a la corrección política, la tortilla se está dando la vuelta. Por ejemplo, en el estado de Misisipi se ha cerrado la última clínica abortista que había abierta; en la ciudad de San Francisco se congregaron 50.000 personas contra el aborto, mientras que los abortistas reunieron sólo 500; y en Washington, los antiabortistas rondaron los 500.000.

Las últimas encuestas de Gallup sobre la opinión de los ciudadanos de EEUU sobre el aborto marcan una tendencia ya clara a favor de los pro-vida y de considerar el aborto algo moralmente ilegítimo. En esta tendencia, influye la demografía: los abortistas no suelen tener hijos y, además, son la cúpula de la sociedad, los ricos y poderosos, mientras que los pro-vida son prolíficos y cuentan con el gancho de formar el bando débil y popular.

Además, los abortistas mienten, y cómo. ¿No recordamos los 300.000 abortos clandestinos anuales de los que se llegó a hablar en España (si son clandestinos, ¿cómo se conocen?; y hoy estamos en 120.000 legales)? El Washington Times publicó un reportaje hace unas semanas en que revelaba que el Instituto Alan Guttmacher infla las cifras de abortos ilegales en los países en desarrollo desde hace años para impulsar su legalización y «proteger a las mujeres».

Esta mentira ya fue denunciada por médicos iberoamericanos, pero como se trata de datos que contradicen el dogma oficial, al igual que ocurre con los hechos que ponen en duda el mantra del calentamiento global por causas humanas, no se difundieron, ni en en los periódicos que se consideran de derechas, como ABC, La Vanguardia y La Razón.

CODA: 1) La conversión y la retractación del doctor Bernard Nathanson, que mató a unos 75.000 niños y promovió la legalización del aborto.

2) Alveda C. King:

«El aborto legal ha hecho en EEUU lo que el Ku-Klux-Klan no logró ni soñar alcanzar.»

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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