Estas semanas estan siendo dolorosas. Tras el fallecimiento de Pepe Loeches, maestro de mezcla musicales, cinco grammys, y delograr la miel más pura de las Alcarrias, otro gran amigo se me ha ido. Antonio Franco. Medico. Médico y compañero de muchas expediciones de la Ruta Quetzal, un verdadero camarada de aventuras y peripecias que las tuvo aún más y mucho mas intensas con quien nos unió, Miguel de la Quadra Salcedo.
Antonio, el doctor de la Ruta, fue quien me dio la bienvenida cuando yo me incorporé a ella en 1998. Exactamente la Ciudad Bolivar, bajo el puente de Angostura, sobre el Orinoco, en Venezuela y al bordo del buque, de bien puesto nombre, Petronila Mata. Al cuarto de hora y ron mediante eramos amigos para siempre.
Seguimos compartiendo expediciones hasta que yo las dejé en 2004 y seguimos siendo amigos. Aparece en mis libros de Viajes «Un sombrero para siete viajes» y «El pájaro de la aventura» pero, aún más, juntos escribimnos la única biografia que existe de Miguel de la Quadra Salcedo «El último explorador», editada por Plaza y Janes.
Vino a la presenciación de mi última unovela «La mirada del Lobo». La enfermedad ya le había mordido, pero seguía siendo lo que siempre fue, alegre, fuerte, animoso. Hoy, amigos de la Ruta, Curro, Vito, me dan la desgraciada nueva. Me uno a la tristeza de todos los que compartimos esos dias y aquellos paisajes y mi gran abrazo para su hija, la periodista y escritora Sonia Franco y su esposa, Maria Antonieta. La familia de la Ruta Quetzal está de luto.
PD. Lamento tener que seguir cerrando el espacio de comentarios. Pensé abrirlo en esta ocasión pues sé que hay bastantes compañeros de la Ruta Quetzal que siguen La Marea y que quizás hubieran querido dejar algún testimonio. Pero la escoria malnacida que infecta la red desde el anonimato, la cobardía y el insulto ni por respeto a una persona que acaba de fallecer ha dejado de aprovechar para defectar aqui de inmediato. No me ha quedado más remedio, pues, que dejarlo bloqueado. aoque lo