Bokabulario

¿Qué destino reservaba Hitler a los católicos alemanes?

Esta pregunta ha causado numerosas y largas discusiones en mi blog. Trataré de zanjarla aquí.

Respondo a una polémica que han mantenido varios participantes de mi blog en los últimos días sobre las relaciones entre los cristianos alemanes, en especial los católicos, y los nacionalsocialistas.

Primero, os dejo este post mío de hace dos años donde reproduzco dos mapas de la Alemania de los años 30 que muestran que en los distritos con mayor población de católicos el NSDAP obtenía un porcentaje mucho menor de votos que en los distritos de mayoría protestante: Donde vivían católicos, Hitler no tenía votos.

Segundo, reproduzco numerosas citas de Hitler y de otros gerifaltes nazis sobre el destino que les esperaba a los católicos después de la guerra y el trato que mientras tanto les dispensaban. Me las ha pasado uno de los mayores conocedores del régimen nazi: el historiador Fernando Paz Cristóbal.

«Hitler se fue retirando gradualmente de cualquier implicación directa en la política de la Iglesia, de manera que la reordenación fundamental entre el estado nazi y la iglesia que habían estado esperando Heydrich y otros radicales del partido se pospuso hasta el final de la guerra.»

(DIEKER, W.: Himmlers Glaubenskrieg, Paderborn 2002, p. 335ss; y ZIPFEL, Friedrich: Kirchenkampf in Deutschland 1933-1945. Religionverfolgung und Selbsbehauptung del kirchen in der nationalsozialistischen Zeit, Berlin, 1965, p. 458 y ss.)

«Hitler siguió insistiendo [después de la crisis de Checoslovaquia en 1938] en que la ‘solución al problema de la Iglesia’ debía posponerse hasta el final de una guerra internacional que cada vez parecía más probable. Sólo entonces quería resolver el problema como la gran tarea de su vida.»

(Adolf Hitlers Monologe im Führerhaupquartier 1941-1944. Die Aufzeichnungen Heinrich Heims, ed. Werner Jochmann, Munchen, 1982, p. 32. Monólogo del 13 de diciembre.)

«Hitler había acordado con Goebbels que todos los asuntos que no estuvieran directamente relacionados con el desarrollo de la guerra debían posponerse, como era el caso de la campaña contra la Iglesia. No era el momento adecuado de enfrentarse con el catolicismo.»

(THATCKER, T.: Goebbels, Ariel, p. 289.)

«Bormann dirigió una circular a los Gauleiter en la que les recordaba (junio 1941) que el nazismo era incompatible con el cristianismo. (Tras las protestas de 1941) Hitler, Goebbels y Bormann se dieron cuenta de que la solución final de la cuestión eclesiástica tendría que esperar hasta que la guerra hubiera acabado.»

(EVANS, R.: El Tercer Reich en Guerra, Península, 2011, p. 693.)

«El nazismo era esencialmente hostil al cristianismo e incompatible con la metafísica, la ética y la soteriología cristianas; y no quería ofrecer a los alemanes ‘arios’ un cristianismo positivo, sino una alternativa al cristianismo.»

(The Journal of Contemporary history 42/1, 2007. Se trata de una serie de artículos de crítica a la obra de Richard Steigmann-Gall.)

«Pese a que el odio [por la Iglesia católica] de Hitler era infinito, admitió la táctica del silencio sepulcral propuesta por Goebbels…Hitler no aparecía en público porque quería conservar su aura de Führer que estaba por encima del bien y del mal.»

(REUTH, R.: Hitler. Una biografía política, La Esfera de los Libros, Madrid, 2012, p. 447.)

«El conocimiento público de la muerte de las vidas sin valor produjo una considerable inquietud entre la población, razón por la cual Hitler, quien consideraba que su última gran tarea tras la guerra sería solucionar el problema de la Iglesia, se vio obligado a declarar la suspensión del programa T-4. Mientras durase el duro combate en el frente oriental, debería hacer todo lo posible por evitar que se pusiera en peligro la unidad del pueblo alemán.»

(REUTH, R.: Hitler. Una biografía política, Madrid 2012, p. 621.)

«Cuando los nazis no encontraban judíos lo pagaban con las propiedades de los católicos y la Iglesia.»

(MACDONOGH, GILES: Hitler 1938. El año de las grandes decisiones, Crítica Barcelona, 2010, p. 270.)

«Bormann y Göbbels tenían la idea de que sería tras la guerra cuando se ajustarían cuentas con la Iglesia.»

(KUROPKA, Joachim: Clemens August Graf von Galen (1878–1946) – Ein großer Niedersachse. Begleitheft zur Ausstellung im Niedersächsischen Landtag 10. bis 19. Juni 1992, S. 5 f.)

«En 1939, Hitler pensaba en la Iglesiaa como una sociedad vasta e impersonal que sobrevivía siguiendo unos métodos sin escrúpulos y que conseguía unas subvenciones colosales del estado. ‘Dios hizo al hombre’, dijo Hitler en una ocasión, ‘y el hombre nació para el pecado. El hombre recibió de Dios la libertad para hacerlo. Durante medio millón de años, Dios se queda mirando mientras los hombres se arrancan los ojos los unos a los otros, y sólo entonces se le pasa por la cabeza enviar a su único Hijo. Pues sí que se hizo esperar. Todo esto me parece de una torpeza colosal. (…) Me parece absurdo hacer del Cielo algo atractivo si la misma Iglesia nos dice que sólo los que no lo han hecho tan bien en la vida podrán entrar en él, como por ejemplo retrasados mentales y similares. No será muy bonito cuando entremos en él encontremos a toda esa gente (…) que ya ha sido una bendita molestia cuando estaba viva. (…) El Cristianismo es la venganza del judío errante. Dónde estaríamos hoy si no hubiera existido el Cristianismo. (…) Si hubiéramos sido mahometanos, hoy el mundo sería nuestro.'»

(IRVING, David: El camino de la guerra, Planeta, Barcelona, 1990, págs. 252 y ss.)

(Como veis, los progres españoles tienen la misma opinión de la Iglesia que Hitler.)

CODA: Una excelente noticia: Lituania también se sacude nazismo y comunismo y propone la restricción del aborto

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Autor

Pedro F. Barbadillo

Es un intelectual que desde siempre ha querido formar parte del mundo de la comunicación y a él ha dedicado su vida profesional y parte de su vida privada.

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