Cuando hacemos la lista de los incompetentes que nos gobiernan incluimos a los políticos y los sindicalistas, pero no a los empresarios. ¡Y los hay que sólo sirven para picapedreros!
Un verdadero empresario es Amancio Ortega. Y entre las grandes empresas españolas cotizadas en bolsa, poco más. Porque los demás empresarios, que no pasan de ser ejecutivos, tienen ideas de bombero tortero. Para ellos los negocios se hacen con concesiones o precios fijados en el BOE (constructoras, eléctricas, concesionarias…) o pagando poco a los empleados y tarde a los proveedores.
En una reciente jornada sobre el sector automovilísto, Ramón Paredes Sánchez-Collado, vicepresidente ejecutivo de relaciones gubernamentales e institucionales de Seat y Grupo Volkswagen España, dijo lo siguiente:
Tenemos un problema y es que, por ejemplo, en Corea se trabajan 2.000 horas mientras que en España la media está en 1.700 horas
Aquí todo se arregla con que el trabajador eche más horas y las cobre menos, mientras que los directivos hacen que los accionistas les paguen la jubilación y hasta un atraque de barco (como al presidente de una caja gallega).
Veamos las horas trabajadas en algunos de los países miembros de la OCDE.
Corea 2.193
Chile 2.047
Grecia 2.032
Japón 1.728
Australia 1.693
ESPAÑA 1.690
Suecia 1.644
Austria 1.600
Francia 1.476
Alemania 1.413
Holanda 1.379
Como veis, en Suecia, Alemania, Austria, Holanda y Francia se trabajan menos horas, pero la rentabilidad y la calidad son mayores. ¿Por qué no se fijan los directivos españoles en estos países? Pues porque para hacer lo que hacen las empresas holandesas y alemanas hay que invertir en formación del personal, en tecnología, en márketing, en nuevos mercados… Y eso cuesta, y eso implica que no puedes meter la mano en la caja, y que los empleados no son síseñores, y que los políticos no te pueden asegurar los negocios…
Pues nada, a competir con los chinos y los marroquíes, que es para lo que da nuestra clase directiva. Por eso no hay verdadera democracia en España.
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