Sabíamos que los papas no eran de izquierdas; ahora sabemos que tampoco son de derechas.
El Papa ha concedido una entrevista-río al jesuita P. Antonio Spadaro, director de la revista La Civiltà Cattolica. ¡27 páginas! Entre tanto texto, hay cosas buenas, como las entresacadas aquí.
Y me ha traído recuerdos de juventud: el Papa no es de izquierdas, ya lo sabíamos, no puede serlo porque la izquierda es la dictadura del relativismo y la que rivaliza con la Iglesia por las lamas; y ahora nos enteramos de que no es derechas. «Nosotros no somos ni de derechas ni de izquierdas.» ¡Hombre! Esto se lo escuchábamos y leíamos a los falangistas en los 70.
Aunque Francisco I explica sus palabras sobre que él no condenaba a los homosexuales, El País y La Vanguardia Expañola destacan de la entrevista-río otra frase:
«Jamás he sido de derechas.»
Por un lado, El País, periódico que mangoneó un jefe de de centuria del Frente de Juventudes, Jesús Polanco, y dirige desde 1976 Juan Luis Cebrián, un falangista que echó los dientes en Pueblo, diario propiedad de los sindicatos verticales del franquismo, que unían a empresarios y productores en un esfuerzo común, sin las parcialidades del capitalismo y del socialismo. Por otro lado, La Vanguardia Expañola, periódico propiedad de un señor conde y que fue el más vendido en los últimos años del franquismo.
Como dijo Tomás de Iriarte:
«Si el sabio no aprueba, ¡malo!; si el necio aplaude, ¡peor!»
Vamos, que las innovaciones políticas del Papa consisten en repetir los clichés de José Antonio Primo de Rivera y de Juan Domingo Perón.
En la magnífica biografía del gran Antonio Maura escrita por José María Marco y publicada por FAES se recuerdan algunas de sus frases, como ésta, que valdría también para un titular pontificio:
«Nosotros somos nosotros.»
Aquí nadie es de derechas, pero todos le piden votos, dinero y oraciones a los de derechas.
Sí, cierta prensa de papel de pago, cercana por fortuna a su desaparición, manipula las palabras del Papa, como demuestra en su Twitter Luis Fernando Pérez Bustamante, director de Infocatólica:
Multitud de medios diciendo que el Papa les pide a los obispos que hablen menos del aborto. Francisco: «No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos». Prensa: «No debemos hablar nunca del aborto, el matrimonio homosexual o el uso de anticonceptivos».
Dice el Papa: «el confesor corre siempre peligro de ser o demasiado rigorista o demasiado laxo». Dice cierta prensa: «el confesor corre siempre peligro de ser
demasiado rigorista».
Pero eso no ocurriría si no hubiera tanta locuacidad porteña.
Por favor, Santidad, menos palabras y más obras, que el Vaticano ya parece una de esas iglesias donde las acólitas se empeñan en que estemos cantando toda la misa y no dejan ni un minuto de silencio para el recogimiento.
(Menos mal que yo me aplico el consejo de otro jesuita, Baltasar Gracián: «Y si éste no es su siglo muchos otros lo serán».)
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