La Marea de Pérez Henares

¡Siempre nos quedará Franco!

Cualquier cosa es hoy más importante en España que andar removiendo los huesos de Franco. Hay tajo por donde cavar por todas partes, que puede reportar algún fruto y algún futuro, menos andar revolviendo en pudrideros que solo conducen a desempolvar el odio y la confrontación. Nada hay mas alejado de las necesidades y de los problemas de la Nación y de los ciudadanos, en su conjunto o tomados uno a uno, que este empeño en el que el PSOE pretende que nos enfanguemos. Es más, el propio partido socialista tiene en su propia casa, y ayer quedó de nuevo patente con su fractura con el PSC, acuciantes asuntos que abordar, definir y decidir.
Es difícil de entender la razón que ha llevado al grupo parlamentario del principal partido de la oposición en volverse a meter en ese charco tan alejado de la realidad y las preocupaciones de los españoles. Cabe preguntarse si no es más que una especie de un clavo ardiendo, de una seña de identidad a la que aferrarse, un algo así como un ¡Siempre nos quedará Paris!, pero en vez de Paris ponemos Franco, como línea divisoria sentimental con los otros, con los malos.

Pero es que resulta que por ahí lo que se destapa más bien es un complejo, una falla, una mala conciencia y un pasado peor que deslucido. Un déficit en antifranquismo, vamos, que por mucho que se oculte aparece con clamorosa claridad y sin necesidad de irse memorias históricas y con tan solo refrescar las propias, recientes y vividas. Que el PSOE, aparte de Nicolas Redondo y un puñado más, fue inexistente en la lucha contra la dictadura y que ni uno solo de sus dirigentes, tampoco los de la generación de Felipe González piso una cárcel franquista, es algo tan rotundo como verificable. Debe escocer mucho, sobre todo si se proclaman de continuo medallas colgadas al pecho que resultan ser de latón.

Ahora salen recurrentemente con estas, que son continuación de aquellas de Zapatero, y ahí pretenden izar la enseña y el banderín de no se que enganche. Pero no veo nada claro que por ahí haya mucho que alistar y tampoco que enganchar. No está el personal para estas cosas ni el patio para tales tracas.

Pero si de lo que se trata, como me temo, es de restañar alguna culpa sicológica y freudiana de aquel pecado de inanición original, quizás pueda haber algún remedio, o algún paliativo al menos. Se me ocurre que puedan montar una “Manifestación Antifranquista”, con mucha parafernalia, incluso trenzas, “grises” y “lecheras” de atrezzo y que luego les sellen ahí un carné de haber estado, como esos que sellan en el Camino de Santiago, ganar su Jacobeo, sacarse de una vez la espina y poder enseñarlo en la agrupación y en las cenas de compañeros y compañeras. ¿Que más da que Franco lleve ya cerca de 40 años muerto?. Lo importante es poder llevar el sello en el carné.

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Autor

Antonio Pérez Henares

Ejerce el periodismo desde los 18 años, cuando se incorporó al diario Pueblo. Ha trabajado después en publicaciones como Mundo Obrero, Tiempo, El Globo o medios radiofónicos como la cadena SER. En 1989 entró al equipo directivo del semanario Tribuna, del que fue director entre 1996 y 1999. De 2000 a 2007 coordinó las ediciones especiales del diario La Razón, de donde pasó al grupo Negocio, que dirigió hasta enero de 2012. Tras ello pasó a ocupar el puesto de director de publicaciones de PROMECAL, editora de más de una docena de periódicos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha.

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