Este miércoles, 22 de enero de 2014, José María Carrascal publica en ABC una columna titulada ‘La sociedad del chismorreo’, en la que arranca diciendo:
Se quejaba Ortega, en su corta, intensa y nada exitosa incursión en la política, de que «el problema catalán» estaba llevándose la mayor parte del tiempo de los españoles. Ochenta años después, nos lo sigue llevando, no sé si porque el problema no tiene solución o porque no nos atrevemos a encontrársela. Mi queja es que me impide comentar asuntos mucho más sabrosos e interesantes
Añade que:
El presidente Hollande dio una rueda de prensa de dos horas en la que anunciaba medidas tan sorprendentes en un socialista como el recorte de 50.000 millones de euros en el gasto público y la reducción de impuestos a las empresas. Lo que significaba alinearse con la política «liberal», tan criticada por la izquierda. Toda una sorpresa.
Pero lo que destacaron al día siguiente los periódicos del mundo entero fue la pregunta de si «Valérie Trierweiler -su actual pareja-, seguía siendo la primera dama de Francia»
Y concluye:
Y en este punto me surge la sospecha de si la cita secreta y las fotos comprometedoras no habrán sido un montaje para poder colar un recorte de 50.000 millones de euros.