Este viernes, 24 de enero de 2014, José Carlos Díez publica en El País una columna titulada ‘Depresión y mercado laboral’, en la que arranca diciendo:
La historia y la teoría económica nos enseñan que las depresiones tienen efectos devastadores sobre la actividad económica y que la variable de ajuste es el desempleo. España no es una excepción.
Añade que:
Cuando el presidente Rajoy llegó a La Moncloa ya teníamos un grave problema de empleo. Pero desde entonces se han destruido más de un millón de empleos
Y concluye:
La reforma de 2012 ha cumplido fielmente la regla. En 2008 la hemorragia del empleo se concentró en el sector de la construcción que gracias a los contratos de obra y servicio destruyó empleo como una trituradora de carne picada. Es falso que nuestro mercado de trabajo no fuera flexible