Este viernes, 24 de enero de 2014, Carlos Herrera publica en ABC una columna titulada ‘El vitriolo de Uriarte’, en la que arranca diciendo:
Ha vuelto el obispo por do solía. Emérito pero activo, Juan María Uriarte ha dejado pasar apenas medio año para manifestar de nuevo su angelical equidistancia postural entre muertos y matadores
Añade que:
No ha mucho tiempo Uriarte dio su bendición al estomagante informe del Gobierno vasco en el que se cuantificaban los muertos a los que honrar y en el que se mezclaban como si tal a víctimas del terrorismo y a terroristas fallecidos como consecuencia de la actuación de Policía y Guardia Civil
Y concluye:
En esta ocasión, Uriarte ha creído conveniente asumir como suyas las tesis y prácticas políticas de Arnaldo Otegui (el pretendido Mandela euskaldún) al que ha venido a considerar como uno de los actores esenciales para conseguir la paz tan deseada por los vascos