Este viernes, 24 de enero de 2014, Fernando Vallespín publica en El País una columna titulada ‘Primarias no secundarias’, en la que arranca diciendo:
Se ha decidido ya el mecanismo del PSOE para abordar sus elecciones primarias, una de las escasas fuentes de esperanza que nos van quedando en el desolador panorama de la política española actual.
Añade que:
A mi juicio se ha optado por uno demasiado estricto y «garantista», que puede inducir a una menor participación de los simpatizantes. Ahí se nota el vértigo de la cúpula actual del partido ante las consecuencias de una potencial «espontaneidad no controlada»
Y concluye:
Lo peor que le puede pasar al PSOE es que salga de las primarias habiendo proyectado algo parecido a un ritual vacío. Ya se sabe, lo malo de crear expectativas es que luego hay que satisfacerlas.