Este viernes, 24 de enero de 2014, David Gistau publica en ABC una columna titulada ‘La distracción’, en la que arranca diciendo:
El caso Neymar, con la dimisión de Rosell incluida, debería propiciar una época de reposo para las buenas gentes que profesan la devoción barcelonista. No es fácil atender las servidumbres del «más que un club».
Añade que:
Habremos de lamentar el daño infligido por la «ingeniería negocial» a ese modelo universal tan seductor que Shakira llegó a decir que la humanidad sería mejor sólo con que acertara a parecerse al Fútbol Club Barcelona.
Y concluye:
¿De qué podrán descansar los barcelonistas, devueltos a una dimensión terrenal a la que afectan las debilidades de la condición humana? De ser el equipo del pueblo. El del fútbol de izquierda