Este miércoles, 5 de febrero de 2014, Manuel Jabois publica en El Mundo una columna titulada ‘La chispa de la vida’ en la que arranca diciendo:
Es difícil no reparar en Simancas en el Congreso. El cuerpo encogido como un viejo acordeón, el pelo cano. La mirada invadida por el pasado, quieta en una luz desde donde se mide todo lo demás: cada día un poco más débil, cada día un poco más lejos.
Añade que:
En diez años Simancas ha pasado de derrotar a Aguirre a prohibir la Coca-cola. Como si la primera hazaña frustrada exigiese otra aún mayor a la manera de esos futbolistas que malgastan el resto de su vida tratando de marcar un gol anulado.
Y concluye:
Ayer le echó un sonoro pulso a Atlanta que duró lo que tardó el PSOE en no hacerle retuit, que fue casi al instante. Pocas veces ha necesitado salir de casa para ser derrotado. Esta vez no llegó ni a la nevera.