Este 9 febrero 2014 Casimiro García-Abadillo publica su primera hoja de ruta a página completa como director de El Mundo y la titula ‘Bienvenidos a la aventura del nuevo Mundo‘.
Durante esta primera semana en la que he ejercido mis funciones como director (con un exquisito respeto por parte de Pedro J.), en mis apariciones en distintos medios y en las redes sociales mucha gente me ha preguntado: «¿Cómo será a partir de ahora El Mundo?». Así que es razonable que mi primer artículo como director sea una especie de declaración de intenciones frente a los lectores.
Añade:
Les voy a resumir en un decálogo (nuestras Tablas de la Ley) las líneas maestras de mi actuación como director.
1º Situar la información siempre por encima de los intereses de grupos políticos o económicos.
2º Priorizar las noticias propias, las exclusivas, las grandes historias y reportajes.
3º Potenciar al máximo la transición digital. Orbyt y la web de EL MUNDO se convertirán en los canales prioritarios.
4º Introducción en el papel elementos diferenciadores que aporten valor añadido, en el entendido de que, en un próximo futuro, ese canal será minoritario y destinado a públicos específicos.
5º Escuchar siempre a nuestros lectores. Aprender de sus críticas y rectificar cuando sea necesario.
6º Marcar la agenda del debate político. Valentía en los contenidos.
7º Potenciar al máximo los contenidos culturales. Un periódico es un proyecto intelectual y, por tanto, debe convertirse en el ágora donde se debatan ideas, tendencias, etc.
8º Actuar siempre con respeto hacia las personas y las instituciones. La agresividad en la búsqueda de información no debe confundirse con el insulto o la difamación.
9º Dar cabida a todas las ideas en El Mundo. Nuestros columnistas defenderán sus posiciones con absoluta libertad. Mi objetivo es que nuestras páginas reflejen todas las ideologías, animando siempre el debate y la discrepancia.
10º Nuestro ideario está enraizado en los principios fundacionales del periódico, actualizados con las Propuestas de Regeneración Democrática. Seguiremos siendo implacables con la corrupción, independientemente del partido, las personas o las instituciones que la practiquen. Defendemos planteamientos encuadrados en el centro político liberal. Un periódico con el que pueden identificarse los lectores moderados y no sectarios, que suponen la mayoría de los ciudadanos de este país.
Y concluye:
Nuestro reto es muy difícil. Todos los grupos editores atravesamos por una situación complicada. Caídas del 70% en publicidad y de más del 50% en difusión. Esas son las cifras, que no sólo están provocadas por la recesión económica, sino por un cambio esencial en la forma en la que el público accede a la información. […] ¿Riesgos? Claro que hay riesgos. Pero ¿qué aventura que merezca la pena no los tiene?
