Este martes, 11 de febrero de 2014, Enric Sopena publica en El Plural una columna titulada ‘Los duques de Palma, gente de muy buen gusto’ en la que arranca diciendo:
Él, Iñaki Urdangarin, vive ya, de nuevo, en Barcelona. Con frecuencia viajará a Ginebra. Allí residirán -a partir de ahora- Cristina de Borbón y Grecia y sus hijos, tres chicos y una chica. El colegio de estos nietos del Rey, según los expertos en la materia educativa, es uno de los veinte mejores del mundo. Un colegio de élite para una familia, naturalmente, de élite. No en vano, el duque de Palma y la duquesa de Palma pertenecen a la familia real española.
Añade que:
El palmero de Mariano Rajoy y, en paralelo, de la Monarquía, el ilustre periodista Francisco Marhuenda, defendió a la Infanta con la siguiente y falseada frase: «Democracia no es linchar a una Infanta de España».
Y concluye:
El juez José Castro -al que la derechona no le perdona que haya cumplido con su deber de forma íntegra y ejemplar- no ha linchado a Cristina de Borbón