Este lunes, 24 de febrero de 2014, Almudena Grandes escribe en El País una columna titulada ‘Teatro’ en la que arranca diciendo:
Hace 15 días, los abogados de Cristina de Borbón sonrieron en la puerta del juzgado. Se mostraron convencidos de que los españoles estaban a punto de comprobar la inocencia de su cliente. La semana pasada, Aguirre sonrió con la misma convicción al decir que le parecía estupendamente bien que Granados dimitiera.
Añade que:
Todos representaron su papel con idéntico entusiasmo.
Y concluye:
Mientras no seamos capaces de imponernos a la fragilidad de las instituciones para reivindicar nuestra dignidad con contundencia, seguiremos siendo tontos útiles, cooperantes involuntarios en nuestra propia ruina