Este martes, 4 de marzo de 2014, Manuel Ortega escribe en El Semanal Digital una columna titulada ‘El duelo que trastocó a Pastor y la eminencia gris de Le Pen’ en la que arranca diciendo:
«¿Usted da dinero, acoge inmigrantes en su casa?». La respuesta titubeante de Ana Pastor, ese «sí», fue la única salvación para salir de una Marine Le Pen que pasó al contraataque con un par de mandobles.
Añade que:
Resultó el momento más tenso de una entrevista en la que a la entrevistadora se le fue avinagrando el rostro mientras la lideresa del Front National se mostraba imperturbable en su discurso tras las preguntas de marras.
Y concluye:
Y dando gracias, porque la Le Pen hubiera podido seguir haciendo sangre con alguna pregunta tan básica como a quién y dónde.