Este miércoles, 5 de marzo de 2014, Montserrat Nebrera escribe en Vozpópuli una columna titulada ‘Fronteras borrosas’ en la que arranca diciendo:
¿Dónde empezó todo? Recuerdo cuando en matemáticas empecé a oír hablar de conjuntos borrosos; después llegaron la lógica, los números y las personas aquejadas de la misma calidad delicuescente
Añade que:
Todo es borroso, y el ser humano no podía ser menos. No inventó esa adjetivación, pero Zygmunt Bauman es probablemente el filósofo que ha hecho más famosa la expresión «hombre líquido», ese ser que a fuerza de clamar por ser libre pero al tiempo reclamando mayores cotas de seguridad se ha visto atrapado en el laberinto de la contradicción entre ambos deseos
Y concluye:
Pero con todo, la borrosidad de las fronteras no es más que la penúltima manifestación de nuestro desdibujamiento como seres humanos; nunca tuvimos tanto, nunca nos sentimos tan poco