Este 9 marzo 2014 Juan Cruz titula Las rayas rojas su columna de opinión en el suplemento Domingo de El País.
España es la que está loca, decía Leopoldo María Panero. Se murió en un manicomio, con esa convicción. Sus poemas no eran los de un loco. Además, ¿cómo son los poemas de un loco? Todos estamos locos, lo difícil es aceptarlo. Ahora que la patria parece otra vez intocable, ¿se ofenderá alguien si la llamamos loca?
Añade:
Ahora se dice mucho una expresión que sirve, como casi todas, para un roto y para un descosido. Nació para explicar qué no debía hacer Artur Mas y luego se usó para decir qué no debía hacer Mariano Rajoy sobre el asunto de la independencia (o no) de Cataluña. Se decía que no debía haber rayas rojas y se decía, también, que debía haber rayas rojas.
Y concluye:
Mientras escribo estas líneas (o rayas), escucho en la radio a una tertuliana que alaba a la señora Quiroga, líder del PP en el País Vasco, por amagar con dimitir, «en este país donde no dimite nadie». No es verdad, ya se sabe, que en este país no dimita nadie; lo que pasa es que dimiten menos de los que decimos que deben dimitir. Pero esa frase ha alcanzado categoría de verdad simplemente porque se dice mucho.