Este 21 de marzo de 2014, José García Abad escribe en El Plural una columna titulada ‘Guindos se traga su cólera por la elección del presidente de la banca’ en la que arranca diciendo:
El ministro de Economía Luis de Guindos lo dijo sin cortarse un pelo, sin recurso al off the record, con luz y taquígrafos, claro y en alta voz: la decisión de los banqueros, por supuesto bajo iniciativa de su numero uno, Emilio Botín, de designar para presidir la patronal bancaria, la AEB al ex director general de supervisión del Banco de España José María Roldán no le parecía «ética, estética, ni oportuna».
Añade que:
Luis de Guindos tenía razón antes de rectificar cuando afirmó: «No es presentable que quien se ocupaba de regular y controlar a la banca durante 13 años pase al servicio de la patronal de la misma».
Concluye que:
¿A qué viene entonces el rasgado de vestiduras del ministro y la rectificación posterior cuando la banca decidió mantener a su candidato?
