Este 26 de marzo de 2014, José María Calleja escribe en eldiario.es una columna titulada ‘Elogios después de traiciones’ en la que arranca diciendo:
Cuánto más engolado ha sido el ditirambo, mayor fue la traición. Buena parte de los que han dedicado los elogios más solemnes a Adolfo Suárez tras su muerte están entre los que le hicieron la vida imposible
Añade que:
Adolfo Suárez fue hostigado, en primer lugar, en su propio partido (UCD), donde desde Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón hasta Landelino Lavilla -pasando por el fallecido Francisco Fernández Ordóñez-, fue puesto en cuestión y sometido a un estado de conspiración permanente.
Y concluye que:
Hemos asistido a intentos de apropiación de la imagen y la tarea de un político al que se ha identificado, justamente, con el diálogo, el consenso, la valentía, el coraje, la capacidad para inventar un camino propio para el que no había manuales