Este 27 de marzo de 2014, Pablo Planas escribe en Libertad Digital a una columna titulada ‘El golpe de Estado diario de Artur Mas’ en la que arranca diciendo:
Artur Mas ha vuelto a dar muestras de su elevado sentido de Estado y respeto por la legalidad democrática al valorar el fallo del Constitucional sobre la declaración de soberanía del Parlamento catalán. «El proceso continúa», ha dicho, como si una sentencia suscrita por unanimidad tuviera el mismo valor que un cromo de Iniesta.
Añade que:
La confianza que el PP y el PSOE albergan en que no se celebrará ninguna consulta separatista en Cataluña el 9-N contrasta con los pronunciamientos notoriamente explícitos del molt honorable.
Y concluye que:
Visto el panorama, cabrían dos posibilidades desde la perspectiva de Rajoy. La primera, que Mas se fuera a echar atrás por voluntad propia en un momento dado, algo en plan «ahora paso, ya no me apetece», cosa que no parece que vaya a ocurrir. La segunda, que alguien o algo, incluso el Estado, le pare los pies.