Este 28 de marzo de 2014, Juan Carlos Escudier escribe en Público una columna titulada ‘Se nos rompe la bandera’ en la que arranca diciendo:
Cuenta el diario ABC, siempre atento a estas cosas, que la enorme bandera de España que Aznar se empeñó en hacer ondear en la madrileña plaza de Colón tiene, como el país, problemas estructurales
Añade que:
Según parece, el viento revienta sus costuras y, a la espera de que lleguen los recambios, el Ayuntamiento ha tenido que parchearla con un zurcido poco sutil. Es la metáfora perfecta de un país remendado que no soporta la brisa.
Y concluye que:
Por la bandera no hay que preocuparse porque Botella ya ha puesto en marcha un plan renove, que nos sale por un pico -a razón de 4.300 euros el paño- pero que es dinero bien empleado. Afanados en evitar que España se rompa por el Ebro, no íbamos consentir que lo hiciera por su franja amarilla. Es lo bueno de tener una alcaldesa que sabe de hilvanes, gracias, sobre todo, a lo mucho que se ha trabajado las tiendas de la calle Serrano yendo a las rebajas.