Este 1 de abril de 2014, Javier Benegas escribe en Vozpópuli una columna titulada ‘El derecho a la violencia’ en la que arranca diciendo:
El 9 de diciembre de 2013, con motivo del bicentenario de la muerte de George Büchner (Goddelau, 1813), en una universidad española tuvo lugar la mesa redonda titulada ‘¡Paz a las chozas! ¡Guerra a los palacios!’, en la que se proyectó el documental del mismo nombre y, a continuación, ponentes de diferentes universidades revindicaron la vigencia del dramaturgo alemán
Añade que:
Sin embargo, respecto a España, nada se dijo de ese colectivismo de Estado, unas veces larvado e informal y otras explícito y formal, que ha sido sin duda una de las causas principales de la corrupción del sistema, pues gracias a éste, en los días de vino y rosas, el dinero público dejó de tener dueño, se despilfarró y robó a manos llenas y la corrupción se convirtió en una pandemia y en la esencia del régimen
Y concluye que:
Y el ciudadano común, que ya empieza a mostrarse bastante más que irritado ante tanta corrupción e inmovilismo, podría emular a Victor Hugo, que, como explicaba Magris, si bien renegaba del Terror, lo aceptó como el aldabonazo final de esa violencia secular que, precisamente, lo había engendrado