Este sábado 5 abril 2014 Ernesto Sáenz de Buruaga titula Mi apellido su sección Pasado mañana en la contraportada de El Mundo.
La primera vez que fui al cine no fue una experiencia agradable. Iba con la ilusión de un niño al que llevaban sus padres junto a sus hermanas a ver Bambi. Durante toda la vida recordaré mis lágrimas porque no podía entender que un cazador matara a la madre protectora de aquel Bambi con el que me identificaba. El cine era parte de nuestra vida para los que nacimos en la década de los 50.
Añade:
Nos hemos hinchado a ver películas del oeste y de romanos, cuando los actores eran mitos lejanos sin cuentas de Twitter y vidas vulgares contadas al instante. […] La magia de un patio de butacas nos vio crecer. Llevábamos a la novia a ver una película y nos dimos cuenta de que todos los hombres somos iguales al enamorarnos.
Y concluye:
Hoy triunfa en la cartelera, como se decía entonces, Ocho apellidos vascos. La parodia sobre un mundo que antes daba miedo y ahora nos produce risa, porque no hay distancia entre Sevilla con su color especial y el País Vasco con su color diferente. Somos parte de lo mismo. Y lo sé de primera mano por mi apellido vasco, y mi mujer es…, del pueblo de Clemente, el octavo apellido vasco.
