Este 11 de abril de 2014, Emilio Campmany escribe en Libertad Digital una columna titulada ‘La Utopía’ en la que arranca diciendo:
Hay dos cosas que destacar en lo de la Utopía. Ante todo, es bien triste que varias familias se vean empujadas a dormir al raso en un país donde hay cientos de miles de viviendas vacías cuyos propietarios desean vender pero se niegan a hacerlo a los precios que hoy fija el mercado y prefieren esperar a que suban.
Añade que:
Y es igualmente lamentable que algunas autoridades deseen demostrar su sensibilidad social ofreciendo a estas familias una vivienda saltándose las normas y la cola de miles de andaluces que esperan pacientemente, sin ocupar la vía pública, ser adjudicatarios de una.
Y concluye que:
Sólo tres de los 25 okupas examinados reúnen los requisitos necesarios para poder ser beneficiarios de una vivienda social.