Este domingo 27 abril 2014 Juan Goytisolo escribe una columna en El País titulada De la sibila de Delfos a la Virgen de Covadonga.
Ningún nexo une por ejemplo los mitos originales de España y Serbia. Sin embargo, durante la guerra subsiguiente a la implosión de la Federación yugoslava pude observar un sorprendente parentesco entre ellos: entre los de la Reconquista elaborada por el nacionalcatolicismo hispano y las de los inspiradores literarios de Milosevic, Karadzic y los suyos: acá, la España sagrada y allá, la Serbia Celeste; en un caso invasores árabes y en otro turcos; derrota del Guadalete y del campo de los Mirlos; rey don Rodrigo y príncipe Lazar; traidor don Julián y yerno del desdichado príncipe; romancero y pesme…
Añade:
Para los portavoces de dicho relato, la moral y el pensamiento nacionales son producto en ambos casos de una tradición ancestral y determinan de forma imperativa la conducta gloriosa y unánime del pueblo entero. Los personajes y acciones de dicho relato reproducen cabalmente el esquema de la morfología del cuento estudiada por Propp y otros miembros de la escuela formalista rusa.
Y concluye:
Ello no despeja las incógnitas de la relación entre Delfos y Covadonga pero nos ayuda a entenderla mejor. Para saber lo que somos y aliviar nuestra carga heredohistórica, nada mejor que una mirada curiosa a lo que nos dicen que fuimos.