Este 28 de abril de 2014, David Torres escribe en Público una columna titulada ‘Realismo mágico vaticano’ en la que arranca diciendo:
Tras su santificación, Juan Pablo II, san Karol para los católicos, va a ser el santo gravitatorio universal, el santo de las manzanas de Newton, de los saltadores de trampolín y de los paracaidistas en apuros
Añade que:
Su primer milagro no oficial fue la caída del muro de Berlín (con la ayuda de san Ronald y santa Margaret) y el último hasta la fecha, la caída de una cruz consagrada a su nombre sobre un pobre tipo que pasaba por allí y que, seguro, era un malvado
Y concluye que:
Si la cuestión es que las mujeres lo vean por la tele o sueñen con él, cualquier día me beatifican a Brad Pitt.