Este 6 de mayo de 2014, Gonzalo López Alba escribe en El Confidencial una columna titulada ‘Los soberanistas del PSC y los comerciales de Coca-Cola‘en la que arranca diciendo:
Se lo dijo la catalanista Teresa Cunillera, diputada en el Congreso, al soberanista Ángel Ros, alcalde de Lleida, durante una reunión del PSC: «Lo vuestro es como si los comerciales de Coca-Cola se dedicaran a ir diciendo a los clientes que no compren su producto».
Añade que:
Esta anécdota ilustra la sangría del PSC y la dialéctica que mantienen en su seno constitucionalistas y separatistas, cuyo mayor punto de fricción estriba en que mientras que los primeros defienden el ejercicio del «derecho a decidir» de forma pactada con el Gobierno de la Nación, los segundos se alinean con los nacionalistas que promueven su ejercicio de forma unilateral.
Y concluye que:
Si el cambio de estrategia de CiU engordó a ERC, la aparición de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) desnutrió a ICV, ya que teniendo acreditada esta nueva fuerza política su fe independentista, su acción se ha centrado en llevar al Parlament el discurso de los indignados.