Este 8 de mayo de 2014, Juan Carlos Escudier escribe en Público una columna titulada ‘¿Aquí se roba? ¡Qué escándalo!‘ en la que arranca diciendo:
La sorpresa que la ciudadanía ha sentido al enterarse de que los costes de la construcción del AVE a Barcelona se hincharon artificialmente gracias a sobornos a probos funcionarios del Estado ha sido colosal.
Añade que:
En estos lares nunca se supo de escándalo, corruptela o cohecho, jamás se pudo hablar de mordidas, enriquecimiento ilícito o financiación ilegal de partidos. En España se han asfaltado hasta las playas con más decencia que una monja carmelita.
Y concluye que:
Nos resistimos a creer que estamos rodeados de golfos y de ladrones. Nadie podrá convencernos de que huele podrido en algún otro sitio que no sea en Dinamarca. La lluvia en Sevilla es pura maravilla, de Madrid al cielo y Barcelona es poderosa. Eso sí que lo sabemos.