Este domingo 11 mayo 2014 Lluis Bassets titula Desde las profundidades del futuro su sección Tormentas perfectas en el diario El País.
Cuanto más globalizado, más fragmentado y ajeno es nuestro mundo. Hay noticias que consiguen conmovernos apenas se conocen los primeros detalles y otras que tardan días o semanas en saltar el muro de la indiferencia.
Añade:
Este ha sido el caso del secuestro de más de 300 niñas en el norte de Nigeria por parte de un grupo de delincuentes que se identifican como islamistas y responden a un nombre que es lema bien expresivo de sus aviesas intenciones: Boko Haram, lo que significa en lengua hausa “la educación occidental es pecado”.
Y concluye:
Esa Nigeria superpoblada de 174 millones de habitantes, el 43% de ellos por debajo de los 14 años, superará a Estados Unidos en población a mitad de siglo XXI y es ya actualmente la mayor economía y el primer productor de petróleo de África. Combina así la doble condición de país a la vez emergente y subdesarrollado, con unos gobernantes salidos de las urnas democráticas, pero inútiles, corruptos e incapaces de dar seguridad, educación y el mínimo de bienestar a sus crecientes poblaciones urbanas. Los repugnantes crímenes de Boko Haram parecen surgir de las nieblas medievales, pero a poco que afinemos la mirada veremos que llegan acompañados de inquietantes signos premonitorios acerca del futuro.