Este 12 de mayo de 2014, Carlos Rodríguez Braun escribe en Libertad Digital una columna titulada ‘Izquierda y modestia’ en la que arranca diciendo:
Alfred Bosch, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, se quejó de las subidas del IVA porque «perjudican a la gente más modesta, porque gravan a todo el mundo por igual». Inmaculada Rodríguez-Piñero, secretaria general de Economía del PSOE, se opuso a la supresión de la deducción por vivienda, y dijo que debería «beneficiar a las personas más modestas». ¿Qué le pasa a la izquierda con la modestia?
Añade que:
Por extraño que parezca, no hay nada particularmente malo en la imposición indirecta. El liberalismo clásico la consideró la mejor fiscalidad, mucho mejor que la directa, a la que criticaron, con razón, argumentando que no podía establecerse sin que el fisco se entrometiera en la vida privada de los ciudadanos.
Y concluye que:
En la tradición liberal lo que estaba mal era la imposición misma, que debía ser limitada para preservar la libertad