Este 28 de mayo de 2014, Emilio Campmany escribe en Libertad Digital una columna titulada ‘La grandeza de Mayor Oreja’ en la que arranca diciendo:
Viendo lo que se ve en el PSOE, donde a Rubalcaba le salen sucesores como a La Charito amantes, todos disfrazados de gente nueva cuando apestan a naftalina y zapaterismo, rancios como mantequilla de posguerra; viendo lo que se ve en el PP, donde se pitorrean de su electorado y afirman con descaro que se van a seguir pitorreando de él, me acuerdo hoy, entre melancólico y nostálgico, de Mayor Oreja.
Añade que:
El último gran rasgo de grandeza de Mayor Oreja ha sido el de retirarse por no querer ser cómplice de este PP
Y concluye que:
Nadie en Génova le ha dado las gracias en público, nadie le ha rendido homenaje, nadie ha recordado esos aciertos logrados a contrapié. Y no se le ha oído ni una queja, ni un reproche ni un desahogo
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