Este 3 de junio de 2014, María Blanco escribe en Vozpópuli una columna titulada ‘El momento de la abdicación: y llegó la nada‘ en la que arranca diciendo:
El rey se sujeta la Corona mientras saluda con una respetuosa inclinación y sale cojeando de escena. Se cierra el telón. Muchos aplauden. Algunos abuchean. Pero todos se preguntan qué nos espera en la siguiente escena. Felipe espera entre bastidores a que le den paso.
Añade que:
Los partidos mayoritarios, los que no le han echado valor y sentido del deber y no han afrontado la tarea de planificar la sucesión, apelan a la responsabilidad.
Y concluye que:
La izquierda radical sueña, como todos sospechamos, en ser «el visir en lugar del visir» y tener un rey popular con o sin coleta, pero muy social, capaz de frenar el éxito de los partidos mayoritarios y decantar la balanza a la izquierda cuando sea menester.